11 de noviembre de 2015

despedida de José Antonio



Quiero haceos participes de las últimas palabras dirigidas a todos los feligreses de Lagunaseca por el hasta el día de La Virgen de la Zarza, Parroco de nuestro pueblo.

Un cura agradecido…



A veces, en la vida, llegan momentos en los que toca cerrar un capítulo del Libro de la Vida para poder comenzar otro.
A mí, personalmente, las despedidas no me gustan, pues ya bastantes acontecimientos tristes trae la vida como para añadir otros. Así que intentaré evitar la palabra “Adios”, pues ¿quién nos dice que no vamos a volver a vernos en otras ocasiones?
Hace 6 años, tuve la suerte de ser destinado aquí como sacerdote. Algo por lo que siempre estaré agradecido a Dios y al obispo que supo escucharlo. El pasado 17 de septiembre cumplía 6 años de servicio pastoral entre nosotros. Son los primeros años de mi vida sacerdotal y jamás los olvidaré.
Recuerdo los primeros días de mi llegada a estas parroquias: … Me presentó el anterior párroco. D Francisco (Paco). Todavía recuerdo aquel primer encuentro, vuestra calurosa bienvenida, llena de miradas interrogantes como se mira a una persona nueva entre nosotros. Poco a poco, todos nos fuimos conociendo y tomando contacto de pastor a pueblo y viceversa.
Llegué aquí como sacerdote “recién ordenado”, entre vosotros me estrené y aquí he aprendido cómo Dios se ha servido de vuestra caridad y generosidad para enseñarme a ser párroco. Durante estos 6 años, he intentado siempre descubrir en vuestra mirada atenta el rostro misericordioso de Dios, la mirada de ternura de la que tanto nos habla el papa Francisco, aunque a veces no ha sido tan fácil (es broma).

Muchas son las cosas que podríamos decir, pero como bien sabéis: me gusta ser breve. Así que solamente puedo decir 3 cosas:
1.     GRACIAS:

Gracias por tantos momentos vividos y compartidos. Gracias por acogerme como a un hijo, a pesar de tener que ejercer como padre espiritual. Gracias por enseñarme tanto como tenéis y como valéis. Gracias por entender no sólo con la cabeza, sino también con el corazón. Nunca os podré pagar lo bien que me habéis acogido.

2.     PERDÓN:

He intentado hacer las cosas como Dios me ha dado a entender, como me han enseñado, y como buenamente mi naturaleza humana puede. Pero nadie somos perfectos, todos nos equivocamos. Los curas también. Tengo la certeza de que podáis perdonarme mis errores humanos, como lo habéis hecho hasta ahora, a través del diálogo humilde y sencillo.

3.     ORACIÓN:

Que recéis por mi y por todos los sacerdotes. Para que seamos los pastores que Dios quiere y que el Mundo necesita.

Recuerdo una frase que nunca se me ha olvidado. Una frase que me dijo mi predecesor, cuando llegué aquí como nuevo. Con las típicas dudas de un novato y el miedo ante lo desconocido: “TODO CONSISTE EN QUERER A LA GENTE, Y EN DEJARSE QUERER”. Eso, aunque no siempre ha sido fácil, ha regido siempre mi labor como una oración continua. Y esa frase la comparto con el actual sucesor, deseándole lo mejor.

¡¡¡GRACIAS!!!



No hay comentarios:

Si teneis algo que decir ó bien mandar alguna cosa para insertar al blog, podeis mandar al correo electrónico.
losalechares@gmail.com